Convivir con una familia irlandesa durante un tiempo es un privilegio. Sumergirse en la cotidianidad de la cultura, tradiciones y estilo de vida de gente nativa es una oportunidad única en la vida, al alcance de unos pocos.
Para asegurarnos de que los anfitriones cumplen con los requisitos establecidos, tenemos colaboradores encargados de visitar todas las casas y verificar que cumplan con las normas.
Es importante añadir que absolutamente todos ls jóvenes que convivan con familias deberán tener ordenada la habitación, así como poner o quitar mesa, y cumplir con unos requisitos básicos de limpieza. Las familias de acogida tienen vocación por lo que hacen, y se preocupan para establecer vínculos con el joven, para que este se sienta en casa. También deben ser capaces de aportar serenidad y apoyo en todo momento.
Cuando el joven se apunte al programa para cursar un año escolar en Irlanda, tendrá que elaborar un dossier de información sobre él o ella muy completo, para que tanto la organización irlandesa como las familias de acogida se hagan una idea lo más exacta posible de cómo es, qué le gusta, cómo es su familia, su ciudad, cómo vive, qué hobbies tiene, etc. Hay a veces las familias se interesan por un estudiante en concreto por las afinidades que encuentran con él; en otras ocasiones, justo por lo contrario, porque les atraiga algún aspecto que para ellos es novedoso, es decir, por las diferencias que encuentran. Ten en cuenta que su principal motivación para invitarte a su hogar es precisamente conocer cosas nuevas y enriquecer a su familia a través de lo que van a aprender de ti y de tu cultura.