¿Qué beneficios tiene para nuestros hijos estudiar un curso en el extranjero?
¿Qué beneficios tiene para los alumnos de Secundaria y/o Bachillerato estudiar un curso en el extranjero? ¿Qué países son los más recomendables? ¿Cuáles son las principales dificultades que pueden presentarse a los alumnos a la hora de estudiar un curso en el extranjero? ¿En qué curso? ¿Qué tipo de centro es mejor?¿En familia o en un internado?
Seguro que le han surgido estas dudas cuando se ha planteado enviar a su hijo a estudiar un año escolar en el extranjero. Elena Ortega, asesora educativa de TEAM up! International Education responde a estas y otras preguntas.
– ¿Qué beneficios tiene para los alumnos estudiar un curso en el extranjero?
«La globalización es un proceso social y cultural a escala mundial en el que las personas de cualquier edad se comunican a diario. Estudiar en otro país, especialmente un curso en el extranjero, tiene un gran impacto en el desarrollo personal de nuestros hijos. De hecho, para la mayoría, cambia su vida.
Son muchos los beneficios que les aporta, siendo uno de los más significativos el aprendizaje de una segunda lengua. Este aspecto ya es una de las habilidades necesarias a la hora de ingresar en el mercado laboral a corto plazo.
Pero para nosotros lo realmente importante es el crecimiento personal que experimentan todos los estudiantes que cursan un año escolar en el extranjero. Es tal el tamaño del reto al que se enfrentan, que podemos asegurar que esta experiencia les cambiará para siempre, y para bien. Al terminar el curso, el estudiante habrá aprendido a gestionar emociones, sentimientos, situaciones, retos totalmente nuevos para él, y todo ello sin el apoyo directo de su núcleo familiar. Por primera vez, serán de verdad personas autónomas y tendrán que desarrollar unas habilidades a las que no tendrían que enfrentarse de manera ni parecida si estudiaran en España».

Elena Ortega, asesora educativa de TEAM up! International Education
«Ya no es suficiente poseer un título universitario
para garantizar un buen desempeño profesional»
En un mundo laboral cada vez más dinámico y cambiante, ya no es suficiente poseer un título universitario para garantizar un buen desempeño profesional. Ahora es necesario aprender una serie de habilidades o destrezas menos formalizadas, que no suelen adquirirse en el ámbito académico, pero que son decisivas para una carrera laboral satisfactoria. Estas aptitudes suelen denominarse “soft skills” o habilidades blandas, y son un conjunto de atributos personales, cualidades propias y habilidades comunicativas que permiten a una persona tener una interacción eficiente y de calidad con los demás. Son, por tanto, una serie de habilidades interpersonales y rasgos de personalidad que son mucho más difíciles de adquirir que las hard skills (conocimientos teóricos). Su desarrollo está íntimamente ligado con la Inteligencia Emocional, que es la capacidad que tenemos de reconocer nuestras propias emociones, gestionarlas, y ver cómo afectan a la manera de relacionarnos con los demás.
Las soft skills se desarrollan a lo largo de los años, mediante la experiencia, y por ello, convierten al trabajador que las posee en un recurso muy valioso para cualquier empresa.
El mercado laboral demanda habilidades además de conocimientos
Estudios recientes aseguran que el éxito en el trabajo procede, en un 80%, del desarrollo de las soft skills, y por tanto las empresas buscarán profesionales que además de preparación académica y habilidades tecnológicas, cuenten con las siguientes capacidades:
Habilidades sociales: empatía, comunicación, capacidad transcultural, negociación, dotes de liderazgo, emprendimiento, adaptabilidad, aprendizaje continuo…
Inteligencia emocional, que consiste fundamentalmente en saber identificar las emociones propias y conseguir modificar las negativas hacia positivas.
Estas son las aptitudes profesionales más complicadas de aprender, más bien se adquieren. Algunas son frutos de la madurez y otras, características de la juventud, que se comienzan a desarrollar al cursar un año académico en el extranjero.
TEAM up! International Education pone a disposición de los estudiantes programas de 10 meses de duración, los cuales suponen una MasterClass de experiencias y situaciones nuevas y reales que le llevarán a desarrollar ciertas habilidades de las llamadas Soft Skills. Nuestros estudiantes salen de su zona de confort y se convierten en personas más abiertas al cambio, con capacidad de adaptación, de asumir y afrontar situaciones y sentimientos imprevistos, aprenden a relacionarse en distintos grupos y contextos, abiertos a un nuevo entorno.
Todo esto hace que cursar un año académico en el extranjero sea una opción cada día más presente en el proyecto educativo de nuestros hijos.
¿Qué países son los más recomendables para estudiar un curso en el extranjero?
«Esta es una de las primeras preguntas que se plantean las familias y nuestra respuesta es siempre la misma: depende de cada estudiante, su personalidad, sus necesidades y objetivos. No hay país mejor ni peor que otro, solo destinos diferentes, con sus peculiaridades y aspectos diferenciadores.
Las costumbres y proximidad del país son importantes, pero quizá lo es más el sistema académico en el que tendrá que estudiar y el retorno al sistema académico español, asegurando la convalidación del curso.
Los destinos habituales son Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos y Canadá.
Reino Unido: es famoso por sus prestigiosos internados y magníficos colegios. Es el destino ideal para los más jóvenes ya que en sus internados aceptan a estudiantes a partir de 8 años. Su calidad educativa es intachable. Reino Unido combina una cultura diversa y vibrante para crear un entorno lleno de historia, tradición y creatividad moderna.
Irlanda: Su sistema educativo es uno de los mejores de Europa, más flexible y práctico que el español. Su cultura es la más similar a la nuestra y la familia está en el centro de la vida irlandesa, al igual que pasa en España. Irlanda es un país muy atractivo para los estudiantes españoles, dada su proximidad, el menor coste de la educación y la familiaridad de sus habitantes. Es un país seguro, acogedor y de tradición católica.
Estados Unidos: Su sistema académico se centra en motivar al estudiante y guiarle en el camino de la consecución de objetivos. Además, otro de sus puntos fuertes es la gran importancia que se concede a las actividades extra escolares[OFA2] , con protagonismo de las deportivas. Las instituciones educativas disponen de magníficas instalaciones y muchos recursos. También son muy populares los clubs de debate, los periódicos del colegio, el voluntariado y las orquestas. Las familias anfitrionas son famosas por su calidez y generosidad.
Canadá: Su sistema educativo es excelente, valorado como uno de los mejores del mundo, según el informe PISA. Los canadienses además son únicos en el fomento de los deportes al aire libre: esquí, hockey sobre hielo, equitación, piragüismo, escalada… Es un país con alta calidad de vida, seguro y uno de los más multiculturales del mundo».
¿Cuáles son las principales dificultades que pueden presentarse a los alumnos a la hora de estudiar un curso en el extranjero?
«El choque cultural es una de las principales dificultades, proceso que suele afectar a la mayoría de las personas cuando cambian de lugar de residencia o simplemente al viajar a países con tradiciones y costumbres propias que a veces son únicas».
Este proceso cuenta con 4 fases:
1. Etapa de euforia: Se caracteriza por la felicidad y alegría inicial que podemos sentir al llegar a un destino nuevo. Se siente un gran interés en aprender y se está muy motivado y cooperativo.
2. Choque cultural. El verdadero encuentro con la realidad. Se pasa a una situación de desconcierto ante una cultura totalmente desconocida. Se puede experimentar sensaciones de ansiedad, añoranza, frustración, miedo… El estudiante se centra más en las diferencias culturales que en las similitudes.
3. Etapa de aceptación. Comienza el proceso de aprender, solucionar, encontrar el equilibrio. El estudiante comienza a relajarse y sentirse de buen humor y cada situación es más fácil de sobrellevar. Se experimentan emociones positivas y también negativas, pero ya está aprendiendo a gestionarlas.
4. Fase de adaptación. Se consigue el equilibrio entre nuestra cultura y la extranjera. Vemos que hay cosas diferentes, pero sabemos identificar las buenas para disfrutarlas.
La clave es cómo gestionar el choque cultural, que sí o sí, nuestros estudiantes van a experimentar. Y para ello se necesita una cierta/indiscutible capacidad de adaptación que, junto con el apoyo de los profesionales que gestionen su programa, hará que se superen todas las situaciones menos favorables para conseguir el éxito en esta experiencia formativa y de desarrollo personal.
¿En qué curso es recomendable que los alumnos salgan a estudiar un año escolar fuera?
«Los expertos coinciden en que la mejor etapa para cursar un año escolar en el extranjero va de los 11 a los 15 años, que corresponde a estudiantes a partir de 6º de primaria y toda la etapa de la ESO. Esta franja de edad coincide con la adolescencia y todo lo que se aprenda en esta etapa quedará reflejado en su vida adulta.
Pero lo determinante será el carácter del estudiante, su madurez y autonomía. También es importante contar con un nivel de inglés suficiente, de forma que la barrera del idioma no impida una correcta adaptación al programa.
Elegir el momento adecuado es clave para el éxito del programa, por lo que un buen asesoramiento de una empresa como la nuestra en la elección del destino, del curso y del tipo de programa (en familia o internado) es fundamental».
¿Mejor en un colegio público o privado? ¿Qué diferencias presentan? ¿En familia o en un internado?
«Esto dependerá mucho del país de destino elegido, además de otros aspectos como los objetivos educativos previstos y el presupuesto disponible de cada familia.
En todos los destinos se puede elegir entre colegios públicos, privados o internados, pero el sistema educativo de cada país determina la mayor o menor oferta de cada tipo de colegio.
Por ejemplo, en Canadá, destino con una demanda creciente, su sistema educativo está enfocado en la excelencia de los colegios públicos, por lo tanto colegio público y alojamiento en familia es el programa más habitual. En el caso de Reino Unido, hay una histórica tradición de internados, con una excelente educación, pero también con un mayor coste. En Irlanda, es muy habitual realizar cursos académicos en colegio, tanto público como privado, y el alojamiento en familia. Por último, en Estados Unidos, el catálogo de opciones es muy amplio. El programa más popular es el J1 (colegio público y alojamiento en familia), con un excelente precio al estar subvencionado por el país anfitrión.
Estudiar en un colegio público y alojarse con una familia supone una inmersión total en el idioma, la cultura y costumbres del país, pero el choque cultural puede ser grande. No todas las familias son iguales, pero todas tienen un objetivo en común: acoger y tratar a los estudiantes internacionales como a uno más de la familia.El alojamiento en internado es la mejor opción cuando se busca cubrir unas necesidades académicas concretas o unas actividades extracurriculares específicas. Además es una excelente oportunidad de desarrollar competencias sociales.